Una población, con opinión.
Que se hace escuchar.
Con miles de rincones y detalles.
Plazas donde sentarse.
O pasear.
Sus fuentes.
Sus tejados.
Hacen de este, un lindo lugar.
Fue aca, donde la conocí a ella.
La poderoza.
El flechazo, fue mutuo.
Y juntos, emprendimos nuestra aventura, rumbo al Sur.
Muchos kilometros esperaban frente a nosotros.
Pero en compañia de Poderoza y de los mates, las distancias se hacian más llevaderas.
Tras alguna parada que otra, para reponer fuerzas.
Seguiamos nuestro camino.
Con un destino fijo.
Las noches eran frescas, pero siempre existia algun sitio, donde cobijarse.
O protegerse, de la repentina lluvia.
Alguna que otra noche.
Las estaciones de servicio, se exedian en los mismo.
Prestandose ha hacer las veces, de motel de carretera.
Donde descansar, para proseguir al Sur.
1 comentario:
mmmmmm las fotos de Argentina me dejaron sabor a poco....así q me voy a tomar un vino pa cambiar este sabor jajaja beso!
La Gaucha
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