Agradecimientos

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sábado, 5 de julio de 2008

Amazonia




Al intentar hablar de estas tierras lo primero que me viene es un suspiro, un suspiro tal que pareciera que en una bocanada de aire pudiera absorber todo el aire de este mundo.

Mi primer contacto con esta mágica región comenzó en Coca (Ecuador) desde allí comencé a profundizar en esta selva. Que no solo te arrastra a lo más profundo de si misma. Invitandote a conocer sus secretos. Sino que te embruja, para que te cueste salir de ella.

Desde Coca a Rocafuerte, limite de la frontera con Peru. En la embarcacion que me llevo a conocer este nuevo mundo, conoí a unos padres misioneros que llevan en la selva para más de 30 años. Ellos me dieron un primer vistazo crítico de la evolución de esta región del Ecuador y sus pobladores y de como la sociedad, el dinero y el oro negro es capaz de comprar más de un alma. Arrancado la vida, las tradiciones, el conocimiento, el respeto, haciendo perder la personalidad, los valores, las lenguas. La Vida.

Tras convivir unos dias en Rocafuerte con la familia de Cesar Rodas y conocer el Paque Nacional Yasuní.




Adentradome por primera vez en una selva, que sin yo saberlo me robaría luego. Pues una parte de mi, de mi ser aquí se ha quedado. Pues la magía de este entorno, le devuelve a uno la paz en el corazón. Que menos que ofrecer parte del mismo para agradecer tal regalo.

Mientras, allí esparaba, pasando el tiempo como podía. Esperando un barco que nadie sabía cuando llegaría.






Llegaron noticias, del barco fantasma . Había sido visto por Santa Clotilde. Esta vez la embarcación se hacía llamar Jeisabela II y se creía estaría en Pantoja a los dos dias de haber sido vista.




Así que recogí mis cosas y para Perú se ha dicho.



Tras llegar y lidiar con la policia de aduanas, pues por error y desconocimiento mio, había estado de ilegal en Ecuador y si querían me podian negar la entrada en Perú. Al final la señora que me atendio en Frontera era muy simpatica sello mi pasaporte y al final me acabo invitando a cafe. Yo y mi nueva amiga, Susan, la Gringa, desayunamos y conversamos en la casa de aduanas con Marisela por más de 2 horas, hasta que nuestro barco, nos hacía llamar a tono de sirena. Indicandono el momento de partir hacia la aventura.




De Pantoja a Masan tardamos 4 dias. Cuatro dias en una embarcacion bien sencilla, en la que todos viajamos en el mismo y único camarote. A medida que las horas se sucedian el numero de hamacas se multiplicaba.




A bordo se subía cualquier tipo de pasaje, pues en esta selva todos somos iguales. Así que allí acabamos chanchos, gallinas, patos, loros, tortugas, bufalos, pieles, mercaderia, kilos y kilos de platano, yuca, fruta, arroz, gasoil...... Ahora puedo entender lo que vivío ese hombre bíblico al que llamaban Noe.




Viajar por estos rios, no solo es un placer para la vista, sino también para el estomago. Pues en cada parada, como si de un servicio de catering o degustación se tratara, un grupo de afanadas mujeres, sube a bordo a vender sus productos. Todo un deleite con los más fresco y curiosos platos de esta rivera.




Tras más de 50 paradas y 4 dias de viaje, durante los cuales increibles amaneceres precedian a insuperables atardeceres.






Llegamos a Masan, Allí cruzamos al otro lado del pueblo donde nos esperaba plácido, cálido y amigable el Amazonas.




De allí a Iquitos no es más de 45min en lancha rápida. Cuando llegas a esta ciudad. La más grande del mundo cuyo único acceso es por rio. A uno se le corta el aliento viendo como más de 75.000 mototaxis recorren ruidozamente sus calles. En un frenetico tragín a ninguna parte, pues de allí no se puede salir a ninguna parte y el la ciudad con carreteras más cercanas esta a 3 dias en barco. Entonces no corras. Take it easy!!!!

Iquitos es una ciudad de contrastes, de fuertes impreciones,Tiene tres partes bien diferenciadas. La zona centro, la más rica. La periferia donde viven las personas menos pudientes, como cualquier gran ciudad. Y adherido a la ciudad Flotando en el rio esta el Barrio de Belén.




Aquí la vida trascurre en el agua. Sus calles son transitadas por canoas, que venden cualquier tipo de servicio.




Las casa están clavadas con estacas de 4 metros al suelo. Durante la época seca la gente vive en la parte baja. Ahora, cuando el rio crece la vida se traslada a la palte alta. Otras sin embargo estan contruidas sobre gigantescos troncos que hacen de flotadores. De modo que las casa suben y bajan en un armónico baile con las creciadas de este enigmatico rio.




A travez de este Barrio entra casi toda las mercancias y viveres para la ciudad.




Haciendo del mercado de Belén el más rico y pintoresco que he visto. En el se pueden encontrar desde las frutas más exóticas, hasta las especies animales más extrañas.








En el pasaje se congregan todos los vendedores de remedios naturales. Una infinidad de brebages, hierbas, raices , semillas, pieles, dientes. Hacen del pasaje el más variado mercado de medicina natural del continente.




Aquí se cocina todo. Y puedes encontrar algunos los platos más tipicos del Amazonas, como Inchicapi, Sarapera, tacachos o los famosos Zuris.




A deliciosos cocidos de Paichi, el pez más grande de la Amazonía, que llega a pesar hasta 250kg.




En Belén hain que trabajar duro para llevar a casa un par de Soles para comer, Por ello cada uno hecha una mano como buenamente puede. Aunque sea juntando chatarra para luego venderla.




Muy cerca de Iquitos a 30min en pequepeque, se encuentra en San Andres la comunidad de los Boras.




Gente sencilla, Nativos de la selva que les ha sido espopriada, cambiando sus vida, creencias y incluzo idioma. Que tan solo en 20 años ya casi han perdido. Apenas se concerban las artes de la caza y pesca como antes. Hoy por hoy, esta gente ya es exclaba de unas necesidades que el mundo civilizado o desarrollado, como lo quieren llamar otro, les ha creado.




Hoy sobreviven disfrazandose con sus ropas tradicionales, para bailar ante los turistas, que aun creen que esta gente viven con trajes de Lanchama inmersos en la selva y de la artesaníia que producen a base de Chambira.



Coordialmente recibidos por la Familia Cupay Peña, que nos dieron morada y calor de hogar integrandonos en sus vidas como si parte de su Familia fueramos.




La familia de María y Cesar Cupay no solo nos acogieron sino que nos enseñaron mucho de la selva, sus animales. Como se presentan en tus sueños para anunciarte cosas. Fue muy lindo estar presente en las tareas diarias.






Una familia que sin ningún reparo te muestran sus sencillas vidas y te hacen partipice de ella.




Un lugar perfecto, para dejarlo todo a un lado, para el descanso, para relagarse, pensar y que esta selva penetre un poco más en ti.




El tiempo pasa pero no importa. No hay nada más que hacer en este poblado, más que pasear y jugar, en este poblado, en el que viven excasamente 20 familas.




Un lugar donde el tiempo pasa frente a ti, pero no importa. Solo es tiempo.




De aquí y tras un tiempo evadido de la realidad que nos rodeas, volví a Iquitos. Allí hay un lugar, trizte, gris, que rompe corazones. Pues la realidad de esta selva, a veces no es agradable para nadie.




Miles de arboles talados esperan en los acerraderos a ser etiquetados y enviados a otro hogar.




La impotencia, la rabía y la frustración. Me hicieron huir de este lugar. Intentando encontrar otro donde la alegría de su gente me hiciera olvidar el dolor de mi pecho. Fue así que tras 2 dias de rio encontre la comunidad de Laguna.




Aquí la gente no para de reir y bromear. En tres dias ya todo el pueblo te conoce y pasa de ser un extraño. A ser parte de ellos. No se que me daba por la espalda, pero una extraña sensación, me anticipaba que este sitio me iba a dejar muchos recuerdos.




Aquí el tiempo pasa deprisa, entre el calor y las risas.




Pero no quería irme de este lugar sin conocer a todos sus habitantes, sin mezclarme con ellos.




Así a golpe de remo me adentré, en el corazón más grande que existe, el de Mama Gaya.




En el Parque Nacional Pacaya Samiria conocí al resto de los habitantes de esta región.




Incomunicado del resto del mundo por más de 4 dias, conociendo a sus pobladores Paucarcillos , Guacamallos, loros , garzas, Monos, Huamayo. Arboles que caminan como la Pona, o medicinales como el Ojé, o otros míticos como la Lupuna. Que esconde leyendas como las de Chápchico o las Ayaimamas. Esta región y sus leyendas están cargadas de magia.




Entre juegos y diversión.




Con el sin fin de jugetes que esta vida nos da.




Y muchas , muchas risas. Fue lo que encontre en comunidad de Lagunas .





Pero tenía que partir. Así, sin pensarlo mucho, seguí rio arriba.



Es dificil desprenderse de un lugar como este. Y es inevitable a veces ponerse un poco trizte.




Pero prometo que algun dia volveré. Volveré, bien ha recuperar la parte de mi corazón que esta selva me arrebato o bien a entregarselo todo.


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