Tierra de bereberes, negociantes, nómadas, sociables por naturaleza.
Amates de un buen regateo y del sentido del humor. Cordiales y hospitalaria son sus gentes.
Eso si, pillos como ellos solos, pero la vida los hace ser así.
Hasta allí llegamos todo el equipo, con espiritud de conocer, de mezclarnos con su gente.
Tras una Paradita en Chechauen, un poco para entrar en ambiente jejejej....
Y conocer las maravillas que su medina esconde, entre callejuelas coloreadas de tonos azules y sus zocos.
Nos diriguimos a Fes. Allí entramos por la Puerta Azul, a su encantadora medina.
Desde la Terraza se escuchan las oraciones de la mezquita, a la que los feligreces se diriguien a rezar varias veces al dia.
Mientras caminas por sus pasajes, se puede oler un anticipo de los manjares, que más tarde encontraras en su zoco.
Escondidas, en una de las medinas más antiguas del mundo, adentrandose en sus laberinticas callejuelas, hallamos las famosas curtidirias. Donde aun se mantiene, la forma tradicional de teñir y tratar los cueros.
En Marraket sentí la necesidad de quedarme más tiempo. De seguir conociendo y explorando este hermoso pais. Así que, me despedí del equipo, que se regresaba a España. Y tras estudiar el mapa tomando un delicioso té de menta, decidí el lugar que sería mi siguiente destino.
Conocido por algunos como el pequeño Hollywood Marroqui, pues en sus Kasbas se han rodado peliculas tales como Ben-Nur, o Gladiator entre otras.
Tras su murrallas, un sin fin de pasajes te dan la bien venida invitandote a perderte en ellos, haciendote viajar en el tiempo. Y a las afueras de sus murallas los mercaderes esperan como antaño.
A veces parece que los lugares más mágicos estuviesen proteguidos por hechizos. Algun tipo de encantamiento que intenta preservar estos sitios, intentando atemorizar a quien quiere conocerlos. Un poco poniendote a prueba a ver si de corazón deseas alcanzar los encantos escondidos de algunos lugares.
Uno de eso marivillosos lugares es el desierto de Merzuga, frontera con Argelia.
Este lugar no solo esconde la hospitalidad que caracteriza a la gente del desierto, mercaderes y Bereberes. También se reserva los encantos, de sus ocasos y amaneceres.
Amazir es como ellos llaman a los hombres del desierto, de corazón libre, de espíritu viajero.
Es un país que te hace viajar en el tiempo, que te atrapa.
Sus montañas en el Atlas, sus gargantas, valles llenos de Oasis, sus kasbas.Tanto por descubrir; aun no podia irme de este pais.
Adil, un muchacho que conocí en el bus al salir de Mérzuga, me invitó ha conocer su casa y las Gargantas del Todra.
Aquí las paredes impresionantes de esta garganta alcanzan una altura superior a los 150m. Su imponente presencia, las asemeja a las puertas de otros mundos, presentes en los cuentos de fábula.
Fue en las vecinas Gargantas del Dades donde conocí a un par de Italianos de lo más simpáticos. Quienes me mostraron y me dejaron compatir con ellos, los privilegios de Viajar en Vespa. Una experiencia única.
Tras despedirme de mis uevos amigos, recuerdo que alguien me habló de un valle escondido. Conocido por hallarse en él, la mayor plantación de rosas persas, de las que se elabora un fino aceite perfumado.
Oculto entre las montañas, se encuentra el Valle de Rosas. Sus pequeños caserios laberinticos, tienen una belleza particular.
Marruecos es un pais que te invita ha viajar por el. Hasta el punto que da igual el medio de transporte.
Al fin y al cabo, lo importante en esta vida, es mantenerse en movimiento, ya sea en bici,
en carruaje,
o en el mismo camión del butano.
Total, lo que importa es llegar a donde uno quiere. Y como isleño que soy, tras pasar un tiempo, tierra a dentro, uno hecha de menos la costa.
El olor a mar, el salobre del aire y el pescadito fresco, se hacen realidad en Essaouira. Un lindo pueblo costeño, al que se llega, siguiendo la costa rumbo al Sur.
Su pintoresco paseo marítimo es inigualable. En el se acumulan los pescadores ha limpiar y vender lo recogido tras la faena.
El encanto de sus puertos artesanos.
Así como su gente, sencillas y humildes.
Hicieron posible, que me enamorara de esta tierra.
Malecum Salam.
1 comentario:
Qué recuerdos, chócher!! Y eso que yo sólo fui a una pekeña parte de tu viaje, tú te gozaste el país entero jeje.
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