
Fue toda una etapa ha enmarcar.
Es una ciudad muy agradecida, aunque sus gentes se tengan merecida su fama de mala follada.
Sus calles estrechas de camino al Albaycin, con sus plazas escondidas y la magía que respira la Alhanbra.
Te envuelven llevándote a las épocas de las Cruzadas, de moros y cristianos.
Allí descubrí muchas cosas y experiencias.
Conocí muchos amigos.

Con la excusa de las trepaditas, más de un lugar conocimos, moviendonos por los rincones de Andalucía. El Chorro, Tarifa, Cabo de Gata..... Numerosas anécdotas y gratos momentos envolvieron este periodo. En que muchas amistades se forjaron y más de un proyecto fue encadenado.


Allí descubri partes de mi que aun desconocía jejejej.....

Es curioso, pero creo, que Granada me ayudo mucho al alcanzar el equilibrio que había perdido.
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