Cumbre del Pisco

Todo en esta vida tiene un nombre, y mi primera cima recibía el nombre de Pisco.

Es gracioso, pues se trata del mismo nombre que recibe la bebida Nacional del Perú.

Un aguardiente, muy sabroso; como mi montaña, a la que yo llamo cariñosamente, la de los borrachos. Así, que, esta va por ustedes.
Salud!!!

Tras hablar con Max quien sería mi guia y compañero de cordada, preparamos las cosas y nos pusimos en marcha. De camino a la montaña tuvimos que pasar por Llanganuco, quien nos brindo una vez más sus encantos de su laguna.




El camino hasta las faldas del pisco es hermoso, con sus cascadas y riachuelos.




La idea era hacer cumbre en 2 dias. Primer dia porteabamos todo el equipó hasta campamento morrena, de ahí atacaríamos de madrugada, para hacer cumbre al amanecer.




Llegamos al campamento morrena. Tras una rica cena para quitar el frio y recuperar fuerzas para la escalada, nos dispusimos a dormir.

Apenas eran las 6 de tarde, pero la idea era de empezar a atacar a las 2 de la mañana. Así que, sin rechistar, a mumu que nos fuimos.




La noche fue preciosa, entre aquellos picos nevados, con una luna que quitaba el aliento y un montón de estrellas en el cielo parecian esperar expectantes, el inicio de nuestro ascenso.Tras un buen desayuno para coger energía.




Preparamos el equipo y nos dispusimos a atacar. Como toda perdida de virginidad, uno se muestra ansioso, con miedos y es un poco torpe al principio. Era la primera vez que usaba crampones, y aunque al iniciar caminaba como un pato, pronto me acostumbre.

De camino a la cumbre, miles de reflejos luminosos se producian bajo mis pies. Como si de un camino de diamantes se tratara, la nieve reflejaba la luz del frontal, en un sin fin de mágicos destellos color celeste, que caminan junto a ti, dandote los buenos dias.

El hielo crujia bajo mis pies a cada paso, y alguna que otra grieta se abria ante nosotros, como tratando de intimidarnos.

A medio camino aclaro el tiempo con la salida del sol. El expectáculo se mostraba ante mis ojos, no lo puedo describir con palabras. Se apreciaba el Alpamayo, Huazcaran, los nevados del Huandoy, Chacraraju...

Parece que los Apus no se fiaban de nosotros. Subiamos a buen ritmo y eso a ellos no les gusta.

Así que empezo ha cambiar el tiempo con mucha rápidez. En escazos minutos y a pocos metros de la cima empezó una ventisca de nieve, que nos cortaba la visiblidad reduciendola a escasos 3 metros. Aun así decidimos acabar la empreza a la que habiamos venido.

Al final después de perder el aliento en más de una ocación. De pensar en abandonar dudar si las fuerzas te acompañarian hasta arriba. Lo logramos!!!.

Una experiencia inolvidable, una de esas que te crean adicción. Y que quiero repetir.
En esos momentos uno se acuerda de los suyos. Y de los muchos compañeros que han sido cordada en distintas ocaciones. Pues sabes que son la gente que realmente sabe valorar estos momentos. Otros dirian; Que necesiadad!!!!! Para que????

Yo les contesto: Haganlo y la montaña les decubrirá la razón.

Ahora ha recuperar fuerzas y ha esperar a la próxima con más ganas.