Agradecimientos

Gracias a todos los que colaboran para hacer realidad un sueño.
Aun actualizando el blog. En breve subiré más entradas, para compartir con ustedes un poco más de este proyecto.

¡Gracias!

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Irán. Del Golfo Pérsico al Kurdistan.

Ondas, suaves lineas curvas, agua, viento, transformación continua, movimiento calmo, silencio, serenidad, soledad acogedora, paz.




Es paradójico o cuanto menos curioso que tanto el desierto como el mar, siendo tan distintos puedan transmitir sensaciones tan parecidas, uno en presencia del agua y otra en ausencia de la misma Pero así es Irán un país de paradoja, todo un despertar de sensaciones.




Tras cruzar el desierto, nada mejor que un refrescante baño en las cálidas costas del Golfo Pérsico. Un golfo siempre en controversia, siempre en los medios, militar y económicamente deseado. Por alguna oscura razón.



 Un lugar antiguamente casi deshabitado.
 


Y que hoy en día crece y crece gracias al petróleo, y los intereses que este oro negro mantiene.
La viejas aldeas de pescadores, que un dias decidieron echar aqui su ancla.




Hoy se ven aisladas y excluidas. Los jóvenes parten a las refinerías en busca de mejores salarios y un supuesto porvenir. Aquí restan los más mayores, aun fieles a sus tradiciones, siguen la práctica de esta vieja arte de la pesca.




En las calmas aguas del Golfo Pérsico.




Con la esperanza de no desaparecer arrastrados por la marea negra del progreso.


 


Sus gentes no pasan desapercibidas. Y su generosidad y simpatía dejan huella.




Pero nosotros aunque quisiéramos estar aquí mas tiempo vemos que nuestras visas pronto finalizan, por otro lado se acerca el invierno y aun hay un largo camino  y muchas montañas a cruzar hasta la frontera con Irak en el Kurdistan, así que llega el momento de elevar el ancla y continuar.




Hemos de partir y dejar atrás la linda costa




Que amablemente nos brindó sombra y un merecido descanso.




Y volver a adentrarnos al interior del pais.




Deleitarnos de sus caprichosas formas y colores.




Es ardua la subida, y el intenso sol no facilita la tarea.




Pero en compañía de amigos y haciendo innumerables descansos, todo se hace mas llevadero.




Como si de una caravana de mercaderes se tratara, avanzamos lentamente.




Por tan sinuosa orografía.




Y caprichosas formas.




A lo lejos ya se divisan las primeras nieves, hemos ganado mucha altitud.




Y aunque el paisaje se vuelve a veces un tanto desolador no deja de embriagarnos con su magia.




Y lo que pudiera parecer un remoto pueblo de adobe en medio de las montaña de los mismos Himalayas es aún Irán.



El frio y las nieves comienzan a hacerse presentes.




 El invierno aquí es duro, así son las hostiles tierras del Kurdistan, que no sus gentes.




Pero hay que seguir, aún hemos de encontrar donde poner la tienda, para pasar noche.




La tristeza se entremezcla con el frió del ambiente, somos conscientes de que esta etapa por este bello país llega a su fin.




Nos damos la vuelta y nos despedimos de él y sus gentes. Y con  la misma dulce y cálida mirada con la que fuimos recibidos, miramos atrás y decimos con el corazón lleno: "HASTA LA VISTA".

 

lunes, 18 de noviembre de 2013

Iran. La otra cara del desierto.

A las afueras de las murallas de la ciudadela, kilometros y kilometros de vasto desierto esperan a compartir pensamientos y ratos de silencio.



Pero éste no es un desierto cualquiera, alberga vida, colores y formas.




Los que aún viven es estos parajes son gente dura, adaptadas a las condiciones extremas, y a vivir en el aislamiento. Quizás sea la soledad la que los hace ser tan agradecidos y hospitalarios. Son ellos los que dan un especial toque de color a las áridas tierras.




Es calor del desierto dora el corazón de sus gentes, y el sol quien los endulza.




Tras un espejismo.



Aparece un Oasis. 



Antigua parada obligatoria de aquellos mercaderes que cruzaban estas tierras en busca de prósperos negocios. Sus gentes aún cuentan historias de años pasados, de antiguas rutas, de lo que fueron las raíces de su pueblo.




Un pasado, con una larga historia.




Que orgullosos preservan y muestran.




Una puerta en el tiempo.




Que nos cuenta de grandes caballeros.




 Y batallas épicas.
 



Momentos de gloria y explendor de un imperio, que hoy se ve discriminado por sus creencias y la riqueza de su subsuelo.




A 70 km de la ciudad de Shiraz, en la provincia de Fars se encuentra Persepolis تخت جمشید, donde aún permanecen en pie los pilares de la que fue la Capital de Imperio Persa durante la época Aqueménida.



Bajo las figuras guardianas de los grifos, en medio del desierto Persapolis aún vive.




Paseando entre sus ruinas, aun se siente la magnificencia de este lugar.




Al que ni el paso del tiempo ha conseguido robarle la magia que desprende.




Donde en el pasado, acudían señores de todas las tierras del imperio y mercaderes de todo el mundo conocido.




Unos dorados años de gloria, recordados durante siglos.


 

jueves, 2 de mayo de 2013

Iran. Tras los muros, de las antiguas ciudadelas.


Es la hora. Las mezquitas llaman a la oración y los feligreses se reunen.




A mostrar respeto y devoción. Pues así lo marca el Corán.




Tras los muros, de las antiguas ciudadelas.




Maestros azucareros, transforman la simple azúcar en elaborados cristales aromáticos, con los que acompañar el té. 





Azafrán, limón, menta, miel … un sinfín de formas y sabores.
Años de profesión y maestria, fruto del secreto familiar.




El el bazar, los mercaderes aguardan por posibles clientes.




 Té y frutos secos.




Especias




 Sedas.




Telares.




Calzado.




Tapices




Un sin fin de colores, olores y texturas.  Un paraiso para las sensaciones y el lugar ideal donde perderse a través de los sentidos, recreandoce en los pequeños detalles.